Estamos rodeados de personas tóxicas, es decir, de personas que perjudican la salud de quienes permanecemos a su alrededor. En algunos casos, podemos deshacernos de ellas, ya que elegimos a nuestras amistades. Aunque en temas de trabajo o familia no nos queda otro remedio que tener un poco de paciencia y procurar que no nos afecte mucho.

En este caso, vamos a analizar el ambiente laboral. Si tú eres una de las muchas personas que tienes que sufrir a un jefe inestable, grosero, severo o narcisista, hay una serie de trucos que te pueden ayudar en las siguientes situaciones:

-Ante un ataque nervioso de tu jefe, espera. Es mejor no decir nada, porque en ese momento no te va a oír. Con el paso del tiempo, puedes decir algo parecido a”¿Cómo lo podría haber hecho mejor? Una pregunta que puede resultar muy efectiva, ya que te estás colocando como parte de la solución, en vez del problema.

Frente a una crítica destructiva de su trabajo, tienes que averiguar si hay pruebas que lo demuestran. Si es así, es importante tener humildad para reconocerlo. La mejor respuesta que puedes dar en esta situación, es una que muestre que no estás ofendido, sino dispuesto a perfeccionar su tarea.

Ante un líder que siempre quiere que sus trabajadores estén al 100%, trata de mostrar entusiasmo por las ideas que él presenta como forma de calmar su ansiedad. Pero cuando se exceda en las tareas encargadas, puedes decir algo como: ” Me estoy dividiendo entre los proyectos A, B, C y D, y me gustaría saber cuál quieres que priorice”. De esta manera, le estás haciendo entender de una manera muy respetuosa que no puedes realizar todas tus tareas.