Una historia ingeniosa que muestra cómo la agudeza puede salvar una vida. Una tortuga herida fue llevada al hospital del zoológico de Maryland para tratar una serie de fracturas en la parte inferior de su caparazón. Los médicos sabían que necesitaban una solución ingeniosa para ayudar a mantener su movilidad y que ésta pudiera curarse y progresar de forma adecuada.

Según informa DesignBoom, tras un procedimiento quirúrgico para estabilizar la concha fracturada de la tortuga, el equipo veterinario se dio cuenta de la importancia que tiene mantener la parte inferior del caparazón del suelo para que pudiera sanar adecuadamente. Pero, no se fabrican sillas de ruedas del tamaño de una tortuga, así que dibujaron algunos bocetos de una silla de ruedas personalizada y se los enviaron a un entusiasta de LEGO.

De esta manera, finalmente, la tortuga del hospital zoológico de Maryland recibió una silla de ruedas LEGO personalizada y unas semanas después de su cirugía, presentando un diseño que le permite realizar comportamientos naturales, como por ejemplo, cerrar completamente el caparazón si se siente amenazado.

Es probable que esta tortuga use su silla de ruedas LEGO durante el invierno y hasta la primavera hasta que todos los fragmentos se hayan fusionado y el caparazón haya cicatrizado por completo”.

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