Masticar chicle puede ser una auténtica pesadilla para los ciudadanos, ya que mancha las calles, los espacios públicos y las escuelas o centros de educación, lo que cuesta limpiar a los ayuntamientos una considerable cantidad de dinero al año. Por ello, la nueva línea de chicles sin plástico que está lanzando Islandia puede ser una muy buena noticia para nosotros y, sobre todo, para el medio ambiente.

De este modo, la nueva línea de Islandia, Simply Gum, debería ayudar a eliminar los desechos que quedan en el 95% de las calles de Gran Bretaña como resultado de las 100.000 toneladas de chicle que se consumen cada año.

La novedad de esta línea es que es completamente biodegradable, lo que significa que es más respetuosa con el medio ambiente. El chicle está hecho de una savia de árbol llamada chicle que se extrae del árbol de zapote.

Asimismo, Islandia también realizó una investigación sobre las actitudes que las personas mantenían hacia el plástico, y descubrió que de las 2.000 entrevistadas, el 85% ignoraban el contenido de goma en el plástico.

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