La American Chemical Society ha revelado en una conferencia de prensa que está trabajando en una solución para que nos podamos comer los helados sin prisa por miedo a que se derritan.

Para ello, un grupo de científicos ha estado formulando helados que utilizan celulosa extraída de los tallos de las plantas de banana, sustancia que normalmente es desechada.

Las fibras son increíblemente pequeñas, mucho más diminutas que un pelo humano, y han sido utilizadas en otros muchos contextos con otras finalidades durante cientos de años.

De esta manera, los científicos insertaron fibras trituradas en helados con diferentes concentraciones, pero siempre en proporciones muy pequeñas que no afectaban el sabor.

Los resultados fueron muy prometedores, ya que los helados con fibra de plátano se derritieron mucho más lentamente que los tradicionales y eran más resistentes a las fluctuaciones de temperatura Aunque los científicos señalan que la suya no es la única opción actual que se investiga para conseguir el helado no soluble.