Cámbiame es un programa que se emite antes del informativo de las 15:00 h en la cadena Telecinco. Un programa que, para quién no lo conozca, está compuesto por tres estilistas cuyo trabajo consiste en cambiar el look de una de las personas que se presentan al programa.

Un formato que no está carente de polémica, ya que se juzga a una persona por la ropa que lleva y se le propone otro look diferente con el que “supuestamente pueda mejorar su vida”.

Pero, como son demasiados los aspectos a tener en cuenta, vamos a analizar algunos de los detalles más críticos.

-La depilación. En la mayoría de los capítulos, podemos ver cómo los participantes son sometidos a sesiones integrales de depilación. Pero, ¿por qué depilar a una persona (sobretodo si es una chica) se convierte en algo necesario? Es un proceso que se asociado a un ideal de mujer, que no deja de ser una mera construcción de la sociedad, que no aporta ningún beneficio.

-Demasiado morbo. En cada episodio, se busca explotar al máximo la historia de cada participante recurriendo en la mayoría de las ocasiones al morbo y el sensacionalismo.

-Rechazar a participantes. ¿Cuáles son los motivos que hacen decidir a los coaches si una persona merece el cambio o no? ¿El grado de sensacionalismo que tiene la historia que cuenta cada partipante?

-Juzgar un look. El estilo de ropa que viste cada persona te puede gustar más o menos, pero ¿quién  tiene la potestad para afirmar que no debería seguir vistiendo así?

-Defensa del feminismo, del frikismo y priorizar lo emocional. No todo es negativo. Gracias a que el programa cuenta con estilistas de la talla de Natalia Ferviú, Cristina Rodriguez y Pelayo, en sus intervenciones muchas veces han realizado toda una defensa del feminismo, del empoderamiento de la mujer, del frikismo y han priorizado lo emocional a lo superficial.