El regreso de los más pequeños al colegio supone para los padres y las madres todo un arduo trabajo de preparación. Lo primero en lo que se piensa a la hora de organizar la vuelta a la rutina es el material escolar que van a necesitar más allá de los libros escolares para cada curso. Posteriormente, se tienen en cuenta otros elementos como pueden ser la ropa o los uniformes y se suele dejar en un último lugar los zapatos de colegio. Pero eso no quiere decir que el calzado infantil no sea relevante. De hecho, seleccionar un buen zapato es fundamental para asegurar la comodidad y prevenir problemas en el futuro de los más pequeños.
Según el Ilustre Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, el 60% de los escolares utiliza un calzado inadecuado para acudir al centro escolar. Por ello, siempre es un buen momento para revisar los modelos de zapatos que utilizan los niños y niñas y así comprobar que son del tamaño y la forma adecuados a sus características físicas. Puedes encontrar algunas recomendaciones sobre cómo elegir buen calzado, a continuación.
En primer lugar, comenzamos con lo que no deberían llevar. No es recomendable que los niños y niñas lleven zapatillas diseñadas para jugar al fútbol porque poseen una horma estrecha y una suela fina que pueden ocasionar problemas si se emplean de forma continuada. Otro calzado inadecuado para uso diario son las chanclas dado que no presentan la sujeción adecuada.
Asimismo, es mejor evitar el empleo del calzado que los escolares llevaron en el curso anterior debido a que los pies de los pequeños crecen en torno a 7 milímetros cada 3 meses. Por lo que es probable que sus zapatos les queden pequeños, pudiendo ocasionarles lesiones y variaciones en la marcha. Por supuesto, situándonos en el lado opuesto, tampoco es aconsejable adquirir calzado de una talla más grande con el propósito de que le dure más tiempo porque le resultará incómodo y su pisada será inestable. Del mismo modo, no se deben heredar zapatos de hermanos mayores ya que la pisada de cada persona es diferente.
Respecto a cuál sería el calzado ideal, los expertos aconsejan que se seleccione un tipo de zapato que lleve sujeciones como pueden ser cordones o velcro, que presente una suela un tanto elástica y ancha que ofrezca un buen soporte para el pie. En cuanto al material, lo más recomendable serían aquellos zapatos que han sido elaborados con materiales naturales y que permiten la flexibilidad.
Entre los beneficios de llevar un calzado adecuado se encuentran el incremento del rendimiento deportivo o la reducción del impacto. Por lo que no olvides revisar el calzado de los más pequeños y en el momento en el que aparezca algún síntoma como dolor al caminar, alteraciones dérmicas o caídas frecuentes, así como cualquier tipo de anomalía, no olvides visitar a un profesional de la podología para que pueda ofrecer remedios a los problemas sufridos.