No es más grande que una cancha de tenis, ya que tan solo tiene tierra suficiente para una cabaña y un árbol. Por lo que sería un escape perfecto para la civilización.

Estamos hablando de una pequeña isla ubicada en el río San Lorenzo, junto a la bahía de Axelandria, en el estado de Nueva York.

La isla fue adquirida por la familia suiza en 1950, quienes construyeron una hogareña cabaña y plantaron un árbol.

Puede ser el lugar perfecto para huir, pero piénsalo bien, porque no tendrás nada más a tu alrededor.