Trabajar en lo que te hace feliz es importante, pero difícil o casi imposible en algunas situaciones. Pero, independientemente de lo que hagamos, conseguir ser felices en nuestro trabajo o con nuestro trabajo no es para nada sencillo.
Malos jefes, compañeros insoportables, sistemas de organización y producción que no entendemos su utilidad, prohibiciones, favoritismos… La lista de elementos que pueden hacer que nuestro trabajo se convierta en un infierno es inmensamente larga. Pese a ello, no todo está perdido.
Además, el trabajo es una parte fundamental de nuestra vida. Puesto que le dedicamos una gran cantidad de horas al día, nos consume física y mentalmente, y nos priva de muchos de nuestros placeres.
Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es tratar de averiguar cuál sería nuestro trabajo ideal y cómo conseguirlo. Hay que especificar que el término trabajo ideal se refiere a aquella tarea que se realiza en las condiciones que más óptimas consideramos, además del trabajo en cuestión que se lleva a cabo. Asimismo, también existe la posibilidad de que no exista un trabajo ideal para nosotros con el que vayamos a recibir un salario digno. Entonces, en ese caso habrá que plantearse otras formas de vida alternativas a las de nuestra sociedad.
Aunque para lograrlo, es muy importante sobrevivir al trabajo actual. Para ello, aunque parezca contradictario, lo más importante es lo que no haces durante el trabajo. Es decir, tu tiempo libre.
Si tu tiempo libre lo reservas a aquellas cosas que te hacen feliz, soportar el trabajo será mucho más fácil. Puesto que sentirás que no estás desperdiciando tu vida, sino que estás trabajando para poder hacer lo que quieras en tu tiempo libre. Así que, apúntate a cursos, practica deporte, queda con tus amigos, con tu pareja, viaja…
Por otra parte, si tienes claro lo que quieres hacer en tu futuro, emplear el tiempo libre para comenzar a diseñarlo es una más que buena opción.
En definitiva, una de las mejores formas de sobrevivir a las duras horas de trabajo es cuidar tu tiempo libre. ¡No lo olvides!