Es probable que en alguna ocasión hayas escuchado hablar acerca del coaching y del mentoring como palabras sinóminas. No obstante, aunque ambos términos están relacionados, no son lo mismo y a continuación, te explicamos cada uno de ellos de forma detallada y los beneficios de ambos.

Por un lado, el coaching se podría definir como el proceso de acompañamiento en el que se realiza un entrenamiento personalizado para maximizar el potencial personal y profesional de la persona a la que se dirige. Más concretamente, en este proceso es el coach el profesional que contribuye al desarrollo de la persona mediante la aplicación en ella de una serie de técnicas y herramientas personalizadas.

Por ejemplo, el coach marketing digital se encuentra enfocado a aquellas personas o empresas que tengan un proyecto en marcha, pero que no consigan obtener sus objetivos marcados, no sepan cómo seguir desarrollando su negocio o simplemente quieran incrementar la  rentabilidad del mismo. Para ello, el coach analizará el estado del proyecto, lo evaluará, rediseñará el plan de acción enfocado al mundo del marketing online y posteriormente, comprobará la evolución de las acciones que se han puesto en marcha para analizar si hay que cambiarlas o éstas progresan adecuadamente.

Por lo tanto, entre los beneficios que podemos lograr con el coaching se hallan la delimitación de nuestros objetivos (tener claro que queremos y la manera en la que lo queremos conseguir), la mejora de nuestra comunicación y de nuestras relaciones personales, el autoconocimiento, una buena gestión del tiempo y el incremento de la motivación, entre otros.

Por otro lado, el mentoring es una herramienta que también busca desarrollar el potencial de la persona, pero en esta ocasión se basa en la transmisión de conocimientos a través de la experiencia. Puesto que el mentor empresarial es una persona con amplia experiencia en el área de los negocios que ayuda a una empresa a cumplir sus objetivos de futuro. Es decir, que se trata de una metodología basada en aprender a través de la experiencia de la persona mentora.

En cuanto a los beneficios del mentoring destacan la mejora de la productividad, el incremento del networking, el aumento del intercambio de experiencias, la potenciación de la marca personal y de la comunicación corporativa, la captación y retención del talento, así como el acelero del desarrollo profesional.

Pero dentro de las técnicas y las herramientas con las que pueden contar las empresas para mejorar sus estrategias, su rentabilidad o su desarrollo, no hay que olvidar la formación in company.  Unos términos que podríamos definirlos como el traslado de la formación a la propia empresa. De modo que son los profesores los que acuden a la compañía para impartir una determinada formación a los empleados.

La formación in company puede ser una opción destacada si queremos personalizar la formación de nuestros empleados adaptándola a las necesidades de la compañía y de los propios empleados (en función de sus capacidades, habilidades y conocimientos) o si lo que buscamos es dar un plus de motivación a nuestros trabajadores.

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