A principios de este año, el magnate ocupó los titulares cuando su compañía The Boring prevendió más de 20.000 lanzallamas de Elon Musk.

Unas cifras que permitieron obtener unos ingresos brutos de 10 millones de dólares en cuestión de días.

A pesar de enfrentar una prohibición potencial del estado de California, Musk ha avanzado para poner estos dispositivos en manos de clientes y seguidores más entusiastas.

Pero para evitar cualquier problema regulatorio, Musk insiste en que el producto se llame “Not an Flamethrower”.

En Twitter se compartieron imágenes de los primeros 1.000 lanzallamas recogidos, que son capaces de emitir llamas de hasta más de medio metro.