La imagen de una persona escribiendo en un diario suele corresponderse a las numerosas series o películas que se han creado dirigidas a adolescentes a lo largo de los últimos años. Sin embargo, la tarea de escribir en un diario no obedece a ningún rango de edad en específico. Es más, sería una tarea recomendable para todo tipo de personas.
Aumentar la capacidad de autocuración y madurez, reducir el estrés mental, reforzar la autoestima o favorecer la introspección son algunos de los beneficios que aporta la escritura. Una técnica que, además, se utiliza de diferentes maneras en algunos tratamientos psicológicos, con resultados bastante óptimos.
Puesto que al escribir lo que nos pasa a lo largo del día, reflejamos también nuestras preocupaciones, pasiones, intereses, miedos y alegrías. Por lo que, somos más conscientes de cuáles son los elementos que fallan en nuestra vida, qué errores podemos evitar, qué cosas son las que nos hacen más felices, y cuáles son los aspectos de nuestro comportamiento en los que más tendríamos que trabajar para seguir mejorando cada día.
Asimismo, los diarios de viajes también son una gran fuente de conocimiento para nosotros mismos, ya que nos permitirán recordar lugares y momentos especiales que no se volverán a repetir. Sin olvidar por otra parte, que nuestros apuntes pueden ser de gran utilidad si volvemos a viajar a ese lugar en el futuro.
Además, ésto no lo decimos nosotros, sino que son muchos los ejemplos de personas que han conseguido mejorar su calidad de vida con la escritura. Buena muestra de ello, es un estudio que la revista BJPsych Advances publicó hace varios años. Este informe aseguró que 15 o 20 minutos de escritura en 3 o 5 ocasiones fueron suficientes para ayudar a los participantes a tratar acontecimientos traumáticos, de estrés, o emocionales.