- Acudir a conciertos alarga la vida: Laura Esteban, docente de Deusto Salud y especialista en Coaching y Mindfulness, afirma que ir a conciertos o escuchar música proporciona beneficios.
Está en todas partes. En los anuncios, en la calle, en los comercios, en el transporte y, por supuesto, en nuestros bolsillos. Solo en 2024, Spotify registró más de 96 millones de reproducciones en España, una cifra que confirma su presencia constante en nuestra vida cotidiana.
Y es que la música mueve el mundo. Prueba de ello también es el reciente auge de los conciertos y festivales, que movilizan a millones de personas anualmente y a multitud de fanáticos de todo el mundo para disfrutar de estas experiencias musicales. Pero, ¿cómo afecta la música a la salud?
La música: emoción, memoria y conexión
Laura Esteban, docente de Deusto Salud y especialista en Coaching y Mindfulness, afirma que ir a conciertos o escuchar música proporciona beneficios al generar una respuesta emocional y física positiva en nuestro cuerpo; ayuda a reducir la ansiedad y la depresión, mejora el estado de ánimo en general, y reduce el estrés, disminuyendo los niveles de cortisol.
De hecho, según la experta: “Existen numerosos experimentos que demuestran que las frecuencias musicales son capaces de modificar, incluso físicamente, nuestra biología; usándose también como una de las herramientas en la cura de enfermedades o para generar estados de bienestar en general”. Aunque, también apunta, “todo depende de cómo afecta el estímulo a cada persona y situación concreta”.
Por otro lado, diferentes estudios clínicos también han respaldado que la música afecta positivamente en situaciones médicas, como intervenciones quirúrgicas, reduciendo la sensación de dolor, ansiedad y controlando la frecuencia cardíaca de los pacientes, reflejando incluso que, en muchos de los casos, los pacientes redujeron significativamente el dolor al día siguiente de la intervención. La Programación Neurolingüística (PNL) también la considera una herramienta poderosa: los “anclajes musicales” pueden devolvernos a un estado de poder y confianza en momentos difíciles.
Profesiones que transforman
Esteban hace hincapié en tres ámbitos en los que la música trae beneficios que repercuten en el bienestar general de las personas, pero especialmente en el psicológico.
- Contribuyen a la mejora y satisfacción de la necesidad de pertenencia.
- Generan una respuesta emocional y física positiva en el cuerpo.
- Ayudar a reducir la ansiedad y la depresión.
- Reducen los niveles de cortisol dando lugar a un efecto relajante.
En este contexto, el equipo académico de la escuela audiovisual Treintaycinco mm resalta que tener un empleo en el sector musical puede ir mucho más allá de una mera profesión. “Formarse y trabajar como técnico de sonido o productor musical y DJ, por ejemplo, va más allá de cultivar la creatividad”, indica.
“Obviamente es importante perseguir la pasión y explorar esas capacidades musicales, pero formarte no sólo cambia la vida a la persona que avanza en su profesión sino que tiene una mayor repercusión en la sociedad”, destacan desde el centro de formación para el empleo.
Y es que, según un estudio elaborado por la Universidad de Goldsmith, en Londres, con presenciar sólo 20 minutos de concierto se consigue un aumento significativo del 21% en la sensación de bienestar y mejoras de ánimo, pudiendo provocar el aumento de la esperanza de vida de nueve años, lo que apunta a una relación directa entre la asistencia a conciertos y la longevidad.
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