Llevar una mochila como maleta de viaje puede resultar una opción bastante cómoda y efectiva. Puesto que nos puede evitar problemas de facturación, preocupaciones acerca del lugar en el que dejarla, y nos permite la opción de llevarla siempre con nosotros.
Aunque claro estas ventajas varían en función del tiempo que nos vayamos, el tipo de viaje que realicemos y las personas con las que vayamos. Pero, de forma general, suelen resultar una buena alternativa para viajes cortos, en los que vayamos a pasar mucho tiempo en los hoteles, y en los que buscamos realizar una gran variedad de actividades.
Si finalmente te decides por llevar la mochila contigo en tu próximo viaje, la serie de consejos que te ofrecemos a continuación, pueden resultarte de gran utilidad.
-Menos es claramente más. Es decir, cuánto menos peso lleves, más lo agradecerá tu espalda. Por lo que evita llevar más de tres conjuntos de ropa, productos de estética, así como mucha cantidad de comida u objetos de entretenimiento.
-Coge algún snack. Pequeños y bien envueltos, te pueden salvar la vida cuando sientas algo de hambre y no haya ningún sitio en el que puedas comprar algo.
-Selecciona una mochila con diferentes departamentos. Esto te ayudará a saber donde dejas cada cosa y a encontrarlas con mayor rapidez y eficacia.
-Lleva riñonera o bolso de mano añadido. De esta manera, podrás tener los objetos que más utilices a mano sin necesidad de rebuscar en la mochila.
-No viajes con mucho dinero. Si tienes la opción, es preferible llevar poco dinero e ir poco a poco sacando con la tarjeta bancaria.
-Coge una botella de agua vacía. Puedes rellenarla siempre que tengas la opción, evitándote el coste de ir adquiriendo una cada poco tiempo.
-Libreta con bolígrafo. La mejor opción para emplear tu tiempo descanso durante el viaje. En ella puedes apuntar detalles referentes al viaje, dibujar o describir tus experiencias.