La pasada semana se descubrió que Google estaba ganando millones gracias a anuncios de referencia de salud en Gran Bretaña. Más concretamente, el gigante tecnológico estaba recolectando dinero de personas vulnerables que se encontraban buscando tratamiento para enfermedades adictivas, al cobrar a anunciantes que trabajaban secretamente para clínicas privadas en Gran Bretaña.

En relación a ello, Google ha prohibido temporalmente los anuncios de centros de adicción y rehabilitación de todo el mundo.

Una investigación del Sunday Times reveló que la compañía cobra a los intermediarios, conocidos como agentes de referencia, cada vez que alguien visita su sitio web a través de los anuncios situados en la parte superior de la página de búsqueda.


De esta manera, los agentes de referencia se anuncian como líneas gratuitas de asesoramiento, pero reciben una comisión mensual de más de 20.000 euros cuando los pacientes son derivados a clínicas privadas de rehabilitación.

Por lo que, tras las conclusiones obtenidas por este informe, Google consideró que el riesgo de que esto suceda en otro lugar era suficiente para justificar la suspensión de todo el negocio.