En Tailandia, los elefantes son considerados como un orgullo nacional. Sin embargo, los elefantes salvajes son especies cada vez más escasas en el país, a causa del comercio del marfil y el daño realizado sobre su hábitat natural.
Tanto es así que tan solo quedan 2.500 elefantes salvajes en el país y unos 4.000 domésticos. Pero, en su mayoría, éstos últimos son utilizados para pasear a turistas.
Por lo que, destinar recursos y cuidados a su protección y cuidado deberían ser clave. Desgraciadamente, ésto no es así. Aunque siempre hay excepciones. Una de ellas es el tratamiento revolucionario que en este país se está llevando a cabo para que estos animales puedan rehabilitarse.
Se trata de la hidroterapia, que realizada en una piscina, busca que los animales que hayan perdido alguna de sus piernas, puedan volver a caminar. El objetivo del tratamiento es fortalecer muscularmente su extremidad amputada para que pueda caminar normalmente.
El tratamiento tiene una duración de meses y parece que resulta bastante efectivo.