La mecanización de la moda está creciendo y expandiéndose a un ritmo alarmante. El flujo constante de nuevas colecciones, la ropa de usar y tirar después de cada temporada, y su escasa reutilización hacen que esta industria sea una de las mayores contribuyentes al cambio climático.

Pero, hay ejemplos que muestran que se puede luchar contra ésto. Buena muestra de ello, es una planta de energía sueca que está tratando de combatir la sobreproducción quemando la excedente de ropa de H&M como combustible.

La compañía que dirige la planta de energía en Suecia ha visto la ropa del magnate de la moda como una fuente de material combustible. Dado que el objetivo de la compañía es usar material reciclado y reciclable, la ropa parece ser una fuente apropiada de combustible.

H&M es uno de los muchos magnates que se han desplazado cómodamente hacia un modelo de “moda rápida”. Aunque para contrarrestar ésto, la compañía se comprometió a trabajar para alcanzar el objetivo sueco de utilizar estrictamente recursos orgánicos y renovables para 2030.

Para ello, en 2013, lanzó su “Conscious Collection”, en la que usa materiales orgánicos y renovables. Sin embargo, esta acción no ha conseguido disminuir la contribución que la compañía realiza a las cifras de desechos debido a la gran cantidad de ropa que fabrica cada año.

Puesto que, según un estudio de 2016 realizado por McKinsey & Company, H&M ha aumentado su producción entre 12 y 16 nuevas colecciones al año, más del doble de la producción de ropa que realizaba en 2000.

Johanna Dahl, la directora de comunicaciones de la compañía, dijo que H&M no quemará ninguna de sus prendas a menos que sean tóxicas para los consumidores o tengan moho. Lo que le da a esta planta una razón más para comenzar a quemar la ropa.