Compartir oficina o, lo que es lo mismo, un espacio de coworking puede convertirse en una buena solución si lo que buscamos es combatir la soledad laboral. Especialmente, si trabajamos desde casa, y sentimos que ésta se nos está cayendo encima.

Pero, ¿es realmente recomendable el uso de las instalaciones de este tipo de espacios? A continuación, analizamos las ventajas y desventajas de estas áreas.

Respecto a los puntos fuertes, destaca el ahorro económico que supone compartir infraestructuras en cuanto a gastos de luz, agua e internet. Asimismo, tenemos más posibilidades de disponer de una sala de reuniones o conferencias para recibir a nuestros clientes.

Por otra parte, nos ofrece la oportunidad de relacionarnos con otros profesionales y compartir un café o algún proyecto con ellos. Además, la decoración de este tipo de espacios suele ser multifuncional y bastante similar a la de una oficina.

En cuanto a las desventajas, uno de los principales problemas es que se pierde privacidad. En este sentido, puede ser incómodo el hecho de realizar llamadas delante de otras personas, o recibir a posibles colaboradores.

Aunque, para determinar si es recomendable o no para nosotros trabajar en un espacio de coworking, en primer lugar, tenemos que tener en cuanto nuestra personalidad y analizar si la situación nos resultaría cómoda o no.