El color de las uñas de los pies puede ser un indicador del nivel de salud de una persona. En este aspecto, la anomalía más común en ellas suele ser la aparición de un color de tono amarillento. Este color puede deberse a diversas razones que, a continuación, te desvelamos:

En primer lugar, este color puede deberse a una infección de hongos. En este caso, hablamos de una infección denominada como onicomicosis, en la que las uñas se tiñen, se vuelven más frágiles, débiles y se rompen con más frecuencia. Los hongos en las uñas suelen contraerse en espacios húmedos y cálidos, como vestuarios o piscinas. Para tratar este problema, lo más recomendable es el empleo de determinadas cremas.

Asimismo, este color también puede originarse como consecuencia de una mala utilización del esmalte. Los pintauñas de colores oscuros o muy intensos tienen en su composición una cantidad más elevada de un producto químico llamado formaldehído que, puede amarillentarnos las uñas si no las protegemos. Para evitar el amarillento, es recomendable limpiar bien nuestras uñas antes de pintarlas y aplicarlas una capa de endurecedor.

Las uñas amarillas, en otros casos, pueden ser el reflejo de problemas o enfermedades hepáticas. En esta ocasión, el cambio del color producido en las uñas suele venir acompañado de otro cambio de color en la esclerótica de los ojos. Este síntoma se conoce como ictericia y hace referencia a la coloración amarillenta que adquiere la piel, las uñas, la conjuntiva del ojo y las mucosas a causa de una cantidad excesiva de bilirrubina en la sangre.

Por último, otra de las causas es la psoriasis ungueal, una afección que puede presentarse tanto en las uñas de las manos como en la de los pies. Se trata de una enfermedad crónica en la piel que no tiene cura y de la que se desconocen las causas exactas. Pero, en esta ocasión, el color amarillento de uñas no es el único síntoma, ya que las personas con psoriasis ungueal también sufren psoriasis en otras partes del cuerpo.