Nervios, ilusión y tensión pueden ser algunos de los sentimientos que nos ocasiona una entrevista de empleo. No es sencillo conseguir trasmitir lo mejor de nosotros mismos y convencer a una persona desconocida de nuestra valía para un puesto de trabajo, pero hay que intentarlo.

Para evitar meteduras de pata, lo mejor es planificar cuidadosamente nuestra conversación, aunque sin crear un discurso artificial que pueda dañar nuestra imagen. Para empezar, hay una serie de frases que es mejor evitar pronunciar y son las siguientes:

-“Aprendí todo lo que podía en mi anterior empleo”

A oídos del entrevistador, ese tipo de frase puede demostrar demasiada arrogancia. Es imposible aprender el 100% de un tema o trabajo, por lo que ante esta frase, la persona que nos entrevista puede pensar que quizás estamos pretendiendo ocultar el motivo real detrás de nuestra marcha de una empresa.

-“Ante todo, ¿cuál es el salario?”

Está claro que el salario es una cuestión fundamental en cualquier empleo. Pero, las dos partes deben abordar el tema con gran delicadeza. Lo ideal, según expertos, es dejar al reclutador la iniciativa de tocar el asunto.

-“No fui promovido porque mi ex jefe me perseguía o puteaba”

Este tipo de frase sugiere que el candidato es inmaduro. Es importante saber que cuando tú hablas mal de las personas con las que trabajaste, es tu reputación la que sale herida. Aunque, puedes hacer críticas a tus antiguos jefes, siempre que sean bien fundamentadas y constructivas.